Editorial
Breve historia de la
cardiología y cirugía cardiovascular en el Perú
Cardiology and cardiovascular surgery
in Peru: a brief history
Bertha
Gonzales Álvarez1,a
https://orcid.org/0000-0002-7077-3290
Aida
Rotta Rotta2,a
https://orcid.org/0000-0002-6129-2890
Ofelia
Aráoz Tarco3,a
https://orcid.org/0000-0001-7755-8174
Gian
Huamán Benancio3,b
https://orcid.org/0000-0002-5426-1842
Vitalia
Pisfil Farro3,c
https://orcid.org/0000-0001-5772-223X
Daysi
Diaz Seijas3,c
https://orcid.org/0000-0002-7247-3662
Carlos
Pereda-Joh3,a,
Manuel
Chacón-Diaz3,a
https://orcid.org/0000-0002-5554-7578
DOI:
https://doi.org/10.47487/apcyccv.v2i2.141
Al conmemorar este año el Bicentenario
de la Independencia del Perú, no podemos dejar de mencionar aspectos de la historia
de la cardiología y cirugía cardiovascular en el país y los aportes que estas especialidades
han realizado a la sociedad.
Investigaciones de la época preinca nos
han demostrado que los miembros de la cultura Sechin, por ejemplo, conocían la anatomía
del cuerpo humano a través de la disección y vivisección, como se refleja en los
petroglifos que nos dejaron como legado, uno de ellos parece corresponder a la representación
del corazón, los pulmones y el diafragma (Figura 1) (1,2). El cronista de ascendencia
incaica, Guamán Poma de Ayala, hace referencia en sus escrituras al conocimiento
del dolor torácico como síntoma, referido como «apretada de corazón» evocando, además,
determinados elementos que podrían corresponder al conocimiento de factores de riesgo
cardiovascular (3).
Los datos más antiguos acerca de los primeros
médicos peruanos aficionados al estudio del corazón nos remontan al año 1888, cuando el Dr. Ernesto Odriozola (Figura
2) describe el corazón
en su tesis doctoral en París: «Las lesiones del corazón consecutivas al ateroma
de las coronarias». En el año 1904 publica sus «Lecciones clínicas» con
datos semiológicos, fisiopatológicos y clínicos
de casos de patología valvular aórtica; en el año 1920 publica un caso de
bloqueo completo auriculo-ventricular, citado por el Dr. Paul White en su obra
«Enfermedades del corazón» como el caso de bradicardia más severo publicado en
la literatura para dicha fecha (4). El Dr. Julián Arce, profesor de la Universidad
Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM) y jefe de la sala San Roque del Hospital Dos
de Mayo, el año 1918 publica el primer caso en el Perú de un paciente con fibrilación auricular
tratado exitosamente con quinidina. El Dr. Maximiliano Gonzales seguiría
la senda del estudio cardiológico en la famosa sala San José del Hospital Dos de
Mayo, donde se sembró la semilla de lo que sería la escuela cardiológica
peruana, y
cuyo primer exponente sería el Dr. Rafael
M. Alzamora Freundt (Figura 3). El Dr. Alzamora adquirió el primer electrocardiógrafo
que hubo en el Perú (1921) y se hizo cargo de la sala San José a partir del año
1931; asimismo, fue el primer médico peruano dedicado exclusivamente a la práctica
de la cardiología y formó la primera escuela cardiológica con los doctores
Eduardo Perez Aranibar, Aurelio Peralta, Augusto Mispireta, Pedro Moyano, Pedro Roggero,
Carlos Guibovich, Roberto Delgado y Marcos Roitman, convirtiéndose así en el primer visionario de la creación
de un Instituto Nacional de Cardiología (1957) (4).
La enseñanza de la cardiología dentro del
curso de medicina interna en la Facultad de Medicina de la Universidad de San Marcos
en los años 40, se basaba en procedimientos clínicos de la escuela francesa,
anterior a la Segunda Guerra Mundial (4). Dentro del arsenal exploratorio se contaba con el estetoscopio, el tensiómetro aneroide, la radioscopia,
la radiografía de tórax en tres posiciones y el electrocardiograma de Eithoven, en sus tres derivaciones clásicas (4). La terapéutica
residía en el uso de polvos de hoja de digital, los mercuriales que se usaban
como diuréticos, antiarrítmicos como la quinidina, y antihipertensivos como la Rauwolfia y la Reserpina (4).
Por esos tiempos se encontraban en funcionamiento
los hospitales de la Beneficencia Pública (Hospital Arzobispo Loayza) y hospitales del Ministerio de Salud (4) y comenzaban
su labor en el país muchos médicos cardiólogos peruanos recién entrenados en el
extranjero como el Dr. Matías Ferradas en el Hospital Arzobispo Loayza y el Dr.
Víctor Alzamora Castro en el Hospital Dos de Mayo, quienes trajeron al Perú el registro
electrocardiográfico de derivaciones precordiales, generalizándose su uso a partir
del año 1944 (5). Asimismo, se establecen las escuelas clásicas de cardiología del
Hospital Loayza, Hospital Dos de Mayo, Hospital Militar, Hospital Naval, Hospital
de Aeronáutica, Hospital Obrero del Seguro Social y Hospital San Juan del Callao,
donde destacan importantes figuras de la cardiología peruana como los doctores Augusto
Mispireta, Carlos Roitman,
Enrique Arnaez, Andrés Rotta,
Carlos Rubio, Teobaldo Pinzas y Jorge Luis de Somocurcio.
En el año 1945 se inaugura el Servicio
de Cardiología del Hospital del Niño, cuyo primer jefe fue el Dr. Augusto Mispireta Dibarbout (Figura 4), quien
junto a los doctores Guido Cornejo, Carlos Guibovich,
Carlos Solís y Carlos Ruíz iniciaron la atención de la población pediátrica con
patología cardiovascular. El Dr. Ricardo Tole fue pionero de la cirugía
cardiovascular pediátrica, desde el año 1945 realizó ligaduras del conducto
arterioso, y la primera anastomosis de Blalock-Taussig
en 1951, en un paciente con tetralogía de Fallot. Asimismo, es en este hospital
donde el Dr. José Bocanegra y el Dr. Jesús Bendezú realizaron el primer estudio
hemodinámico el año 1954.
En el Hospital del Obrero de la seguridad
social se creó el Servicio de Cirugía Cardiovascular dirigido por el Dr. Carlos
Peschiera (Figura 5), servicio donde en el año 1946 se
realiza la primera cirugía cardiaca en el Perú que consistió en la ligadura del
conducto arterioso.
En el Congreso Interamericano de Cardiología
desarrollado en La Habana en el año 1947, el Perú no tuvo representatividad por
no tener una sociedad de cardiología; por este motivo el Dr. Rafael Alzamora junto
con el Dr. Andrés Rotta y otros 22 destacados
cardiólogos de la época (Figura 6), formaron la Sociedad Peruana de Cardiología
el 12 de marzo de 1947, con la finalidad de fomentar el progreso de la cardiología,
la actividad científica y la formación de un Instituto de Cardiología Peruano. Fue
su primer presidente el Dr. Rafael Alzamora Freundt, y es a partir de este evento
que el 12 de marzo sería considerado, años más tarde, el Día de la Cardiología
Peruana por Resolución Ministerial 397-2001 (5, 6).
En 1956 con el soporte de la Beneficiencia Pública y la Facultad de Medicina de la UNMSM,
se inaugura el Departamento de Cardiología del Hospital Arzobispo Loayza, siendo
su primer jefe el Dr. Andrés Rotta (Figura 7) que junto
a los Drs. Ruiz de Somocurcio y Pinzas realizaron registros
electrocardiográficos, vectocardiografía,
fonocardiografía, balistocardiografía y estudios de cateterización
cardiaca (Figura 8). El Dr. Dante Peñaloza
(Figura 9) se unió al equipo impulsando la investigación cardiológica, sobre
todo en el estudio del corazón y la circulación en las grandes alturas (5,6), actividades
que se llevaron a cabo en el Instituto de Biología Andina de la UNMSM y luego en
el Instituto de la Altura de la Universidad Peruana Cayetano Heredia.
El año 1953, en el Hospital del Obrero,
se realiza la primera cirugía intracardiaca: valvulotomía
mitral a cargo del Dr. Marino Molina Scippa con asistencia
de los Drs. José Valencia y Justiniano Murphy. Al año
siguiente, los Drs. Molina, Valencia, y Carlos Alcántara
operan la primera comunicación interauricular. El equipo quirúrgico formado en
el Hospital Obrero apoyó en el desarrollo de la cirugía cardiovascular en otros
hospitales; así, el Dr. Peschiera en el hospital Dos de
Mayo opera los primeros casos de coartación de aorta (1956) y el equipo del Dr.
Molina en el Hospital Loayza. En el Servicio de Cardiología del Hospital Dos de
Mayo, el año 1956, se inician las actividades del laboratorio de hemodinámica a
cargo del Dr. Ricardo Abugattas.
El Servicio de Cardiología del Hospital
Obrero fue creado en octubre de 1958, teniendo por jefe al Dr. David Cánepa, a
quien se unieron los Drs. Ruiz de Somocurcio,
Esperanza Mestas, Waldo Fernandez y Emilio Tafur. Este
grupo logró dar un impulso muy significativo en la cardiología peruana generando
un desarrollo importante que pemitió la introducción de
nuevas técnicas y conceptos, como por ejemplo el año 1966 la determinación de
umbrales de estimulación en pacientes
con marcapasos, permitiendo
la colocación de marcapasos a demanda por el Dr. Waldo Fernandez desde 1967. El 12 de agosto de 1968, siendo jefe el Dr.
José Ruiz de Somocurcio, se inauguró la primera Unidad Coronaria del país con
sus primeros residentes los Drs. Armando Estremadoyro, Aurelio Sánchez y Rodolfo León. Ese mismo año,
el Hospital del Empleado también comenzaba su actividad asistencial con el Dr.
Ricardo Álvarez y el Dr. Hugo Dejo, concomitantemente el Dr. Marino Molina
inicia la actividad en el Servicio de Cirugía Cardiovascular. Para el año 1964 se inicia la colocación de
marcapasos y en 1966 los estudios de cateterismo cardiaco. El Hospital Docente
Cayetano Heredia inaugura su Servicio de Cardiología el año 1968, fundado por
el Dr. Fernando Tapia. En la década del 50 el Dr. Félix Lazo Taboada, siendo
presidente de la Sociedad de Beneficencia Pública de Arequipa y Cardiólogo del
Hospital Goyeneche, logró equipar el consultorio de cardiología en ese
hospital, adquiriendo el primer electrocardiógrafo de la ciudad de Arequipa.
En los años 70 se inicia en el
Hospital Obrero la arteriografía coronaria y, a raíz de esta, el año 1971 se
realiza la primera revascularización miocardica con by-pass aorto coronario con vena
safena a cargo del Dr. Carlos Peschiera Carrillo yel Dr. Efraín Montesinos (este último formado en Cleveland
Clinic donde el Dr. René Favaloro creó la técnica
quirúrgica) (Figura 10). El año 1971 se realiza por primera vez los estudios
electrofisiológicos mediante registro intracavitario del nodo sinusal, auricula, haz de His y
potenciales de rama, con la ayuda del Dr. Edgar Sowton
del Instituto de Cardiología
de Londres. Asimismo, se comienza a usar la termodilución
computarizada para determinar el gasto cardiaco gracias al Dr. Marco Romero, lo
que facilitó el monitoreo de los pacientes en la unidad coronaria y en el
posoperatorio de cirugía cardiaca. Se publicaron numerosos trabajos a raíz de
estos avances, entre los que destacan los reportes de los primeros casos de
cateterización en pacientes con ruptura del miocardio durante el infarto;
además, el Dr. W. Fernández describe las «Alteraciones hemodinámicas en el infarto del
miocardio. Correlación clínica e implicancias terapéuticas»
en consonancia con los resultados publicados por Forrester el mismo año.
El 27 de marzo de 1972 el Dr. Marino
Molina (Figura 11) junto al Dr. Carlos Alcántara, en el Hospital del Empleado,
realizan el primer trasplante cardiaco del país en una paciente de 29 años,
lamentablemente la paciente falleció 37 h después de la intervención por
«rechazo agudo».
En la decada
de los 80 el Dr. Waldo Fernández Durán (Figura 12) inicia el estudio de
coronariografía en pacientes con insuficiencia coronaria aguda
y los Drs. Chiong, Álvarez y Mazuelos
de la cirugía cardiaca en pacientes con infarto de miocardio. En 1983 se inicia
el uso de la fibrinólisis intracoronaria para el manejo del infarto agudo de
miocardio. El año 1985 se inicia la angioplastía
coronaria transluminal a cargo del Dr. Waldo Fernández,
la que rápidamente hace del grupo cardiológico del Hospital Almenara (ex
Hospital Obrero) el
de mayor actividad y productividad en cardiología
intervencionista. En 1987 se introduce la valvulotomía
pulmonar y aórtica mediante cateter balón. Después de
muchos años del primer trasplante cardiaco, la actividad trasplantadora se reinicia
en la Clínica San Borja a cargo del Dr. Bracamonte, así, en 1991 se realiza el trasplante
cardiaco a una paciente de 59 años con cardiomiopatía dilatada. El año 1993 se realiza
un nuevo trasplante cardiaco en el Hospital Almenara a cargo del Dr. Primo Pacheco.
El desarrollo de la cardiología como especialidad
médica ha estado fuertemente ligada a la forma en que ha evolucionado el sistema
de salud nacional, es así que durante muchos años solo los grandes hospitales
públicos (MINSA) y de la seguridad social podían contar con servicios de cardiología
adecuadamente preparados; sin embargo, en la actualidad, gracias en parte a la
iniciativa privada y en parte a la mejora de la economía nacional, a pesar de no
contar con un incremento adecuado del presupuesto destinado a salud, muchos
hospitales de menor nivel se han podido implementar y cuentan con servicios que
pueden brindar atenciones de calidad.
Tras muchos esfuerzos
un sueño se hizo realidad, el Instituto Nacional
del Corazón del Seguro Social
- INCOR (Figura 13), fue creado el
12 de agosto de 1992, por Resolución de Presidencia Ejecutiva 075-IPSS-92, con la finalidad de que
el Seguro Social de Salud cuente con un centro asistencial altamente
especializado, que disponga de los mayores recursos tecnológicos acorde con los
avances científicos en este campo. Su primer director fue el Dr. Waldo Fernández,
que con un grupo de especialistas lograron estar a la par de los avances en las
intervenciones percutáneas y quirúrgicas de alta especialidad para esa fecha, se
fueron agregando la intervención arterial periférica (stent
carotideo 1999), y la colocación de endoprótesis aorta (1999)
En el Hospital Dos de Mayo, el Dr. Efraín
Montesinos Mosqueira que había ejercido la cirugía cardiovascular en Ohio
(Estados Unidos de Norteamérica), y que durante sus años
en actividad participó y colaboró con cerca de 70 misiones médicas humanitarias
en diferentes departamentos
del Perú, conjuntamente con la Asociación Médica de Peruanos Residentes en
USA (PAMS), una vez jubilado y de manera altruista decide volver a establecerse
en el Perú para entregarnos su experiencia, y junto a colegas del hospital organizó
un Programa de Cirugía de Tórax y Cardiovascular con el fin de apoyar a la
gente más necesitada, es así que desde noviembre de 1998 hasta el 2007, fue director
del Programa de Cirugía de Tórax y Cardiovascular del Hospital Nacional Dos de Mayo,
dedicada a la cirugía cardiotorácica gratuita en beneficio de los pobres y de la
población indigente del Perú; asimismo, se equipó el servicio con tecnología moderna.
Los años siguientes han hecho que se consoliden
los servicios de cardiología de centros públicos y privados a nivel nacional con
el avance de la tecnología y la subespecialización del personal médico en diversos
centros de prestigio internacional. Así, desde el año 2010 se reinició el programa
de trasplante cardiaco en INCOR, que hasta la fecha ha trasplantado 87 pacientes
incluyendo el primer trasplante cardiaco pediátrico el año 2011. Como parte necesaria
y complementaria en el manejo de estos pacientes, desde el año 2015 se incorpora
el uso del sistema de oxigenación por membrana extracorpórea (ECMO) hasta la actualidad
se han implantado un 47 y, desde el año 2017, la asistencia ventricular
mecánica que ha dado una nueva oportunidad de vida a 15 pacientes. En el Área
de Cardiología Intervencionista el implante de la válvula aórtica transcateter (TAVI), la reparación endovascular del aneurisma
de aorta torácica (TEVAR) y en electrofisiología las ablaciones percutáneas con
mapas tridimensionales, junto al advenimiento de nuevas técnicas de imagen como
la tomografía y la resonancia magnética cardiaca, nos permiten contribuir con el
bienestar de nuestra población a la cual servimos.
Enfermería
cardiovascular
La formación de profesionales de enfermería
en el cuidado de pacientes de la especialidad de cirugía cardiovascular en el Perú
se remonta al año 1965 en el Hospital Nacional Guillermo Almenara Irigoyen, estando
a cargo de la Lic. Enf. Doris Dolores. La enfermería
cardiológica tiene su origen el 12 de agosto 1969 cuando se creó la primera
Unidad Coronaria en el Hospital Nacional Guillermo Almenara Irigoyen. Se implementó
esta unidad con cuatro camas ubicadas en el Pabellón 2BE, bajo la jefatura de
la licenciada en
enfermería Luisa Picasso, y se inicia la especialización de un
grupo de enfermeras. Con el devenir de los años, los servicios mencionados se convirtieron
en una gran escuela para la enseñanza de la cardiología y cirugía
cardiovascular, inicialmente se realizaron cursos pequeños de educación continua
en los que se profundizaba el conocimiento de las enfermedades del corazón,
para poder dar una atención de enfermería adecuada, posteriormente ha sido formalizada
la especialización a través de las universidades.
El 27 de abril de 1999, la Universidad
Nacional Mayor de San Marcos, a través de la Unidad de Posgrado, da inicio a la
creación de las especialidades en enfermería; la modalidad de residentado en enfermería se crea con Resolución Rectoral
04410-R-18, dando cumplimiento al DS 031-2015-SA del 25
de septiembre de 2015, la cual respondía a la demanda de especialistas de enfermería
que el país necesitaba y cuyo propósito era mejorar la atención que se brinda en
los servicios de salud mediante una atención especializada.
La Sociedad Peruana de Enfermería en
el Cuidado Cardiológico y Cardiovascular (SPECCYC) la crea, el
10 de julio del 2006, un grupo de
enfermeras especialistas en cirugía
cardiovascular y en cardiología. La SPECCYC
es una sociedad científica sin fines de lucro cuya finalidad es fomentar y promover
el progreso el científico en enfermería, potenciar la atención de calidad y promover
el desarrollo profesional a través de la educación continua desde la fecha hasta
la actualidad, el fomento de la producción científica y la formulación de políticas
en el cuidado especializado para lograr profesionales jerarquizados en
constante renovación y desarrollo en beneficio de la comunidad y del Lex Artis de la profesión.
En el año 2015 el Colegio de Enfermeros
del Perú con Resolución 357-15 CN/CEP reconoce las especialidades de enfermería
cardiológica con mención
en rehabilitación cardiaca
y afines; enfermería en cirugía cardiovascular y perfusión extracorpórea,
cirugía cardiaca y cirugía
vascular, notificándose a las entidades
formadoras de especialistas para su aplicación obligatoria y respectiva emisión
de registro de especialistas.
En
el año del bicentenario…
Actualmente, la patología
cardiovascular es la segunda causa de muerte en el Perú y existe aún una brecha
amplia para el acceso adecuado a los servicios de salud por la población. La
falta de equipamiento y de recurso humano calificado, la fragmentación del
sistema de salud y la falta de políticas públicas sobre el tema, son una
amenaza al adecuado diagnóstico y tratamiento de varias enfermedades
potencialmente mortales (característica de las enfermedades cardiovasculares). La
adecuada organización de la comunidad (asociaciones de pacientes), de los
centros de salud y de las sociedades científicas, permitira
el trabajo coordinado entre todos los que integramos el sistema de salud
cardiovascular en el país, asi podremos primero
conocer nuestra realidad para poder plantear soluciones acorde
a nuestras necesidades y poder mejorar el manejo de nuestros pacientes como en los
mejores lugares del mundo, tal y como debería ser, tal y como se lo merecen.
Este
mes se celebran 200 años de la declaratoria de independencia del Perú y estamos
aún lejos de ser el país ideal al que aspiramos seguramente todos los peruanos;
pero desde donde nos toca ser testigos de este bicentenario, busquemos al menos
seguir haciendo de la cardiología y la cirugía cardiovascular peruana un ejemplo
de trabajo en equipo, de la humanización en el trato al paciente, del diagnóstico
y tratamiento certeros y de estar siempre a la vanguardia de los avances en nuestra
especialidad.
Los
miembros del equipo editorial de Archivos Peruanos de Cardiología y Cirugía Cardiovascular
esperamos que los artículos de este número sean de su interés.
Agradecimientos
Agradecemos a los doctores Jorge Mispireta, Walter Alarco y a la Lic. Blanca Contreras por su colaboración.
Referencias
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level of altitude. ln ProgressReport. USPHS Research
Grant HE-06910. Cardiovasculary laboratory
of High-Altitude Research lnstitute, Peruvian University Cayetano Heredia; 1965.
Filiación
1
Clínica Padre Luis Tezza.
Lima, Perú.
2
Hospital Nacional Cayetano Here- dia,
MINSA. Lima, Perú.
3
Instituto Nacional Cardiovascular INCOR. EsSalud.
Lima, Perú.
a
Médico cardiólogo.
b
Médico cardiólogo pediatra.
c
Licenciada en enfermería.
Recibido:
25 de junio 2021
Aceptado: 26 de junio 2021
Correspondencia
Calle
Coronel Zegarra 417, Jesús María, Lima, Perú.
Correo:
ofaraozt@hotmail.com
Conflicto de interés
Ninguno
Financiamiento
Autofinanciado.
Citar como:
Gonzales
Alvarez B, Rotta Rotta A,
Aráoz Tarco O, Huaman Benancio G, Pisfil
Farro V, Diaz Seijas D, et al. Breve historia de la cardiología y la cirugía
cardiovascular en el Perú [editorial]. Arch Peru Cardiol Cir
Cardiovasc.2021;2(2):77-85. doi: 10.47487/apcyc-cv.v2i2.141